Entre las deformaciones conceptuales y prácticas que hicieron fracasar los procesos de transición socialista se encuentra, sin lugar a dudas, la absolutización e identificación de la propiedad social de todo el pueblo como propiedad del Estado central; a partir de criterios patrimoniales de la propiedad (dimensión jurídica), entendida solo como la posesión y disposición de los medios de producción, sin considerar el proceso esencial de socialización efectiva (dimensión de economía política). Al mismo tiempo, se convierte en el fundamento racional para justificar una burocracia estatal que, en la práctica, suplanta el poder real de todo el pueblo. Para el caso cubano, resulta insuficiente el tratamiento de la propiedad social que se brinda en la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista; por lo que el objetivo del artículo es incorporar el sistema socioeconómico de la Economía Popular y Solidaria (EPS), como dimensión comunitaria y asociativa de la propiedad social de todo el pueblo. En consecuencia, se identifican en la estructura socioeconómica tres sectores diferenciados: estatal, privado y el de la EPS; por supuesto, no se excluyen las combinaciones y alianzas entre ellos.